LOS CHINELOS
Uno de los significados sobre el origen de los Chinelos afirma que los
tlahuicas fueron los últimos en llegar al Valle de México y después al paraíso
soñado y esta danza simula su peregrinación hasta encontrar el Tamoanchan así
como los brincos de gusto que daban por haberlo encontrado. Durante su
peregrinación, los aztecas tenían que cargar sobre la espalda el maíz y otras
mercancías hasta Tenochtitlan. Por ello para representarlos casi no movían la
parte superior del cuerpo y sí los pies y las caderas.
La segunda versión está asociada a la escandalosa conducta que asumieron los
conquistadores en Tlayacapan, quienes gustaban de comer y beber exageradamente
antes de la fiesta y abstinencia de cuaresma. Se celebraba la fiesta de
disfraces entre las clases adineradas de la colonia, no permitiéndose el acceso
a esta celebración al pueblo en general.
Cansados de verse excluidos de las fiestas de Carnaval, un grupo de jóvenes nativos del lugar, organizaron una cuadrilla, se disfrazaron con ropa vieja tapándose la cara con pedazos de manta y empezaron a gritar, a chiflar y a brincar por las calles del pueblo, burlándose de los españoles, se les llamó huehuenchis, palabra que significa “viejos feos” o “gente que se viste con ropa vieja”.
Este modo de celebrar entre ellos tuvo gran éxito, tanto que al año siguiente se organizó de nueva cuenta. Para representar a los españoles se les añadieron barbas a las máscaras. Al año 1872 salieron nuevamente jóvenes a la calle, acompañados de una banda de música de viento, disfrazados con una máscara que tenía barba pronunciada y bigotes exagerados, así como ojos azules, en un interés por ridiculizar al español y en venganza por las humillaciones que habían recibido.
A medida que se hacía más popular la fiesta se ritualizaba y el personaje
evolucionaba gradualmente.
Se convirtió en una manera sutil y divertida de protestar, la gente entonces
decidió llevar a cabo su propia celebración, corno era usual, mezclando
rituales ancestrales con los de la nueva cultura importada, resultando eventos
pagano-religiosos según los señores.
EL BRINCO DEL CHINELO
Sus vestidos están ricamente decorados con lentejuelas y chaquira de colores, así como por su sombrero en forma de cono totalmente bordado y adornado con perlas de fantasía; dejando en manifiesto su ascendencia árabe - española.
LA COLORIDA VESTIMENTA
Las máscaras y las banderas de las comparsas simbolizan el espíritu del chinelo. Su vestimenta tradicional incluye trajes largos y sueltos de terciopelo, una capa bordada con diferentes motivos, a menudo en lentejuela y fantásticos tocados adornados con toda clase de pedrería, lentejuela y plumas de aves. Además usan mascaras de grandes cejas, barba puntiaguda y bigotes.
Cabe destacar que la vestimenta del Chinelo de Tlayacapan es diferente a la de
otros lugares como Tepoztlán o Yautepec, pues los Chinelos utilizan una túnica
de tela blanca con franjas azules en la parte baja y en el puño de la manga,
así como un pañuelo o paliacate y un sombrero en forma de cono, más bajo que el
que se usa en otros lugares, con adornos de chaquira, plumas y lentejuela.
Vale la pena una visita alguna de estas comunidades en las fechas de carnaval para ver la amistosa competencia entre las diferentes comparsas de chinelos, que ricamente ataviados, entregan su respectiva alegría contagiando a quien se encuentre a lado.
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